jueves, 18 de marzo de 2010

Bibliocausto

Hace mucho quería una obra que marcara la conciencia de las personas en cuanto a los libros y la falta de lectura. Este es un excelente reportaje por Ana Teresa Toro. Este explica lo que es la obra "bibliocauto" es una estupenda interpretación espero que les guste.


Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee

Miguel de Unamuno

Imagínela. Está frente a sus ojos una hoguera gigantesca. Letras, palabras, oraciones, párrafos enteros derritiéndose... ideas. Tras el fuego, las cenizas, los polvorientos pensamientos que han pasado a ser nada, pues la memoria de quien los recuerde, con la muerte, también se vuelve ceniza.

Esa experiencia de la quema de libros que, en momentos en que se vive la llamada sociedad de la información pareciera tan distante, hoy resulta inquietantemente pertinente. Tan cercano como esta semana el sacerdote italiano Floriano Abrahamowicz -controversial personaje que pone en duda el Holocausto- quemó públicamente un libro del Concilio Vaticano II. No hace más de un par de años que en México se quemaron públicamente la serie de libros de Harry Potter por considerarlos textos de brujería y relativos a Satanás. Igualmente, cada año estudiantes de escuelas alrededor del mundo colocan en el portal YouTube las quemas de los textos académicos que han utilizado durante el año escolar. Y es que bastaría mirar el inicio del siglo XXI, que arrancó con la quema y saqueo de la Biblioteca Nacional y los archivos de Bagdad en Irak, para entender que hablar de un bibliocausto es hablar de una constante histórica.

De esta multiplicidad de historias de quema de libros y de la destrucción del patrimonio ilustrado de diversas culturas en distintos momentos históricos es que parte la propuesta de la pieza teatral “La Noche de los Bibliocaustos” de Ricardo Cobián Figeroux.

Se trata de un montaje multimedia que adapta y manipula fragmentos de obras de autores conocidos de diferentes épocas que han abordado el tema de los bibliocidios entrelazados con textos del autor.

“Es un gran mural intertextual. En vez de escenas, lo trabajo por cuadros vivos en movimiento con referencias y personajes que van desde el Siglo de Oro hasta la actualidad”, adelantó Cobián quien funge como productor artístico, director y autor de la obra que sube a escena hoy en funciones a la 1:00 p.m. y 8:00 p.m. y mañana a las 8:00 p.m. en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras. La pieza se presenta como parte del Festival Internacional de las Humanidades que se llevará a cabo durante este mes en dicho recinto de la UPR.

La obra cuenta con el patrocinio del Programa de Teatro y Danza del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP); de la National Endownment for the Arts, a través del Programa de Apoyo a las Artes del ICP; de la Cátedra Carvajal y de la Facultad de Estudios Generales de la UPR.

El que la pieza se presente precisamente en un ambiente universitario cobra particular relevancia a la luz de los debates actuales que se discuten en los pasillos del recinto.

“Nosotros somos lectores, el libro -sea digital o impreso- es nuestra herramienta porque trabajamos con las ideas, con el patrimonio del pensamiento atesorado en los libros. Por eso la universidad viene dada como el lugar necesario para hacer el llamado. Además los bibliocaustos más grandes de la historia se han hecho con apoyo de los intelectuales”, opinó Cobián quien, sobre el tono de la pieza, reveló que hay mucho espacio para la parodia y para la risa, mas no para la carcajada o la risa fácil.

“Esto es un teatro de la palabra”, insiste con ese gesto de sonrisa de medio labio que surge entre dos personas que se saben conocedores de algún entendimiento común; como cuando se interpreta un chiste interno y las personas sonríen al saber que algo han descifrado.

“Esta misma universidad llevó a cabo actos de censura atroces. Esa libertad de cátedra ganada hay que reivindicarla siempre, porque no podemos estar seguros de que siempre será así. Diariamente, vemos como muchos derechos adquiridos se han invertido” añadió el autor, quien encuentra en las dinámicas del mercado del libro (pobre distribución y criterio editorial) y en las recientes censuras de obras en el Departamento de Educación fuertes resonancias con la pieza, por entender que son modos alternos de silenciar y de convertir las ideas en cenizas.

“Crean la ilusión de que las ideas circulan. Los fundamentalismos están más presentes que nunca, esa intolerancia a las ideas de otros. Estamos más abiertos a la diferencia, pero simultáneamente la perseguimos”, enfatizó el profesor de la Facultad de Estudios Generales.

Como hilo conductor, Cobián trabajó lo que llama la trilogía del poder representada por medio de tres personajes: un sacerdote, un político y un general. “Es el poder del Estado, el religioso y el ideológico que son los que siempre han estado detrás de este tipo de controles”, explica el autor, que se nutrió de reflexiones históricas, cómics, películas, novelas e imágenes que documentan las quemas de libros en la historia, entre otros elementos con los que intervendrá un elenco que combina actores con experiencia y jóvenes figuras de las tablas. De ese modo, rompen la brecha generacional y se insertan en un espacio ficticio, en una experiencia común.

Tomado de El Nuevo Dia 18/03/2010

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